Será o no será, si no es se le parece Igualita |
Los que siguen el llamado “proceso” que impulso Hugo
Chávez desde hace más de catorce años en
Venezuela, y que ahora dicen llamarse
“maduristas” tienen en común la actitud que asume Iris Varela, la llamada mujer “fosforo” del chavismo, que cuando habla
y revienta en ira, manifiesta todo su rencor y desprecio en un
rostro parecido al de Linda Blair cuando
protagonizó El Exorcista
Los otros del gobierno son el espejo de ella misma. Discursos
cargados de odio, insultos, desprecios, vejámenes verbales, como el escuchado
recientemente contra Henrique Capriles Randonski para quien, según la ministra, ya le tiene
apartada una celda y un uniforme (en Venezuela no se uniforma a los procesados)
para que pague por los crímenes que se le están inventando
Nos recuerda al hombre del Socialismo del Siglo XXI que en
cada campaña electoral y en situaciones controversiales, sacaba de su bolsillo
un crucifijo, al tiempo de despejar palabras cargadas de amor, y al poco rato
odiaba con la misma intensidad. Fue un legado que quedó entre los que se visten
de rojo y que de “chavistas han pasado a “maduristas”
Son muchos los que han aprendido a odiar con facilidad,
incluso ya forma parte de su personalidad contra los adversarios políticos, o
quienes osan de contradecirlos, pues, ese odio visceral se ha convertido en una
clave de su política de comunicación
L a actitud de la “ministra de las cárceles” cada vez que
toma la palabra en los medios de comunicación es sólo para agredir, blasfemar,
encarcelar, perseguir o derrotar a como dé lugar a quien se oponga al
pensamiento de ellos. Es el espejo real del resto de quienes adelantan este
proyecto en el país, sólo que algunos lo hacen “bajo cuerda” para no aparecer
como el malo de la película, otros con desparpajo lo hacen con una sonrisa a
medio andar como el caso de Jorge Rodríguez y uno que otro más radicales ,como
el actual Ministro de la Vivienda que
dijo públicamente que sacará de su Ministerio a quienes no votaron por Maduro y
el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello que con exacerbada ira,
le dijo a los diputados de la oposición que si no reconocían a Nicolás como Presidente
no les daba la palabra y les apagaba el micrófono
Con la llegada de Nicolás Maduro a Miraflores la cultura del
odio se esparce nuevamente, atendiendo al criterio de que su cultivo les
favorece políticamente, pero ¿Hasta qué punto les favorece con un personaje
distinto a Hugo Chávez? Sería cuestión de análisis y estudio, pues, aquello de
venezolanos de primera y de segunda no queda muy claro en estos momentos, en
que Henrique Capriles Randonski lid eriza la mitad más uno de la población
venezolana con su mensaje de unión, paz y diálogo
Creo que Iris y los que se ven en su espejo deberían pensar,
actuar y reflexionar de otra manera para ver a quién beneficia políticamente el
odio en este momento, más aún si atendemos lo que se considera la Ley de Causa
y Efecto la cual funciona perfectamente en todos los planos, y que en el caso del
odio que esparcimos se puede revertir. Mírate en ese espejo
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