LA FELICIDAD ¡JA JA JA JA JA JA!

Cuando el filosofo presidente de la República Nicolás Maduro anunció la creación de un  Ministerio de la Suprema Felicidad Social, inmediatamente se vino a mi memoria aquella canción que popularizó Palito Ortega en los años 60 que decía “La felicidad ja  ja ja ja ja ja ja ja me la dio tu amor jo jo jo jo jo, la felicidad jajajajajaj, de sentir amor jo jo jo jo hoy hace cantar j aja j aja  a mi corazón”, y pareciera que estuviera escuchando al difunto cantar estas estrofas en aquellas kilométricas cadenas y lanzando su nueva cartera ministerial, pero menos  mal que no fue así, porque sentiríamos que la burla seria mayor.

Ahora bien, de corazón amigos lectores, ustedes creen que hace falta un ministerio en Venezuela para hacer creer a todos los que aquí vivimos de que somos felices, cuando se sabe que para ser feliz y convivir en armonía se tienen que conjugar todos los factores primordiales de estabilidad económica que redunden en un bienestar colectivo?

Por ejemplo Australia es considerado el mejor país del mundo para vivir y ser feliz, y esto se debe a que, es una de las pocas economías que no ha caído desde el año 2.009, tiene la mejor educación, un 72 % de la población trabaja y la esperanza de vida es de 82 años.

Este país de 21 millones de habitantes tiene la menor contaminación atmosférica con servicios básicos al casi 100 por ciento, una alimentación garantizada  con un perfeccionamiento del sistema de salud adecuado a las nuevas tecnología y una seguridad pública de las primeras en el mundo.

Esto es un país feliz. Ahora les vuelvo a preguntar a mis lectores ¿ustedes creen que estando todo un día y hasta en la madrugada en cola, frente a los supermercados que expropió el gobierno nacional y que llama “Bicentenarios” y donde civiles “disfrazados” de militares les racionan dos kilos de harina, dos pollo, un litro de aceite, leche y arroz (cuando hay) son felices?

Ahora todas esas familias que se apostan a las puertas de las morgues los fines de semana para recibir a sus familiares que mueren en manos del hampa desbordada ante la inseguridad que cada día es mayor en el país, por las malas  políticas del gobierno nacional en esta materia ¿serán felices?

O ¿será feliz quien va al mercado y no puede adquirir lo que quiere por lo costoso, ni puede comprar un carro porque no se consigue y si lo logra conseguir, el precio es incomprableo aquel que se queda en las plazas pensando que hacer porque fue a meter papeles para conseguir un empleo y le dijeron que trabajo no hay, o simplemente el chofer de por puesto que paró su “cacharro” y no puede salir a laborar porque no consigue los repuestos del carro ni siquiera una batería, sin contar los elevados precios?

Aquí la felicidad es muy escasa compañero Maduro. Tu efímera felicidad se sentirá en La Casona y por allá por el Tribunal Supremo de Justicia donde se aumentaron los sueldos mil millonarios, y por allá por la casa de Diosdado Cabello y José Vicente Rangel por nombrarte algunos, pero ese ministerio que creaste está de más, y a parte de representar al  triste pueblo que pasa penurias, lo que hace es que se sienta burlado.

Decía un amigo el fin de semana pasado que no podía ser felicidad, el tener que comprar una botella de guisquí por un millón de bolívares, ni una caja de cerveza a casi 300 mil bolívares, si con ella era que buscaba aliviar y olvidar sus penas. Le asiste la razón, y le comenté que para el Niño Jesús de este año, mi señora se vio obligada a pagar por parte los juguetes ante el costo exagerado que tienen ¿Esto es felicidad?

Mi abuela me dijo en estos días que tenía tiempo que no era feliz desde que le quitaron las novelitas de RCTV y desde que se fue El Ciudadano de Globovisión y cerraron Buenas Noches

La persona feliz es aquella que dispone de tiempo y libertad para disfrutar su vida y cuando el Estado le asegura los medios para su subsistencia, y eso es lo que cada día aquí vamos perdiendo, con el agravante de que se trata de “robotizar” al venezolano diciéndole que va por buen camino y es feliz .Ja aja j aja j aja ja,  jo jo jo jo