Hay mucho gato en el gobierno que no consiguió más queso entre las gavetas del tesoro nacional. En ninguna de las oficinas por donde ha pasado en los últimos quince años parece deleitarse con su preciado manjar en estos tiempos del llamado “madurismo”, como lo venían haciendo desde que se inició la llamada revolución del siglo XXI en nuestro país, y es por eso que han comenzado a maullarpersistentemente como el caso de “El Monje” y demás líderes que le han seguido en la misma camada.
A un buen número de estos gatos le dejaron la comida el mismo tiempo y en el mismo lugar todos los días pormuchos años, y se acostumbraron y engordaron a tal punto, que el “veterinario” ha dicho que se hace necesario sacarlos de donde se han enquistado y llevarlos a un lugar donde puedan pasar el resto de su vida y darle paso a otros que aunque no sean de raza china, puedan formar parte de la nueva administración gubernamental, o reciclarlos de un sitio a otro para que cambien de arena.
Los felinos son extremadamente sensibles al cambio, y es posible que el maullido que se siente en este momento en los alrededores de Miraflores se deba al estrés por el cual están pasando, al ser perseguidos por las bateas, sótanos, escaleras, techos de madera y pisos de mármol, tal cual se tratara de gatas ladronas que saltan sobre la presa aunque este el fogón prendido. Están llamando la atención del amo reclamándole los “mimos” que les daba el gato mayor recién fallecido, manifestando su desacuerdo con algunas cosas, o simplemente que quieren seguir siendo el centro de atención del amo.
Ahora bien, dicen los expertos que los que son más viejos o de mayor edad pueden estar dando señales de desorientación cuando maúllan, y es posible que sea por estar afectados por una disfunción cognitiva, y lo muestran con maullidos cuando no reconocen su ambiente o se encuentran en un nuevo sitio, tal cual como le pasa a algunos políticos cuando observan que le han cambiado la seña, los sacan de su entorno quitándole el poder, o simplemente, cuando forman parte de “grupitos” y en esa manada significan para el “gato mayor” y su triunvirato un estorbo, y es ahí cuando le lanzan una toalla para atraparlo y los meten en un saco.
En medio de esto, hay que diferenciar entre “maullido” y “aullido”, pues el aullido es más extenso y se emite entre gatos, mientras que los felinos adultos solo maúllan a los humanos. En el gobierno de Maduro se escuchan maullidos,para muchos de dolor, de tristeza, de pesar entre ellos, sobretodo de aquellos que no reconocen el ambiente donde se están desenvolviendo, y ven como sólo unos contados con los dedos de la mano, tienen el poder y el queso sin darle oportunidad alguna al resto de la cría o pandilla que dejó endistintos rincones el gato mayor que recién murió, y a quienes ubicó como legendarios de lo que creó en Venezuela como socialismo.
Aunque para los venezolanos estos gatos están metidos todos en un mismo saco, para el madurismo no son del todo bienvenido a la “cena” muchos del chavismo, y es por eso que se escuchan los aullidos a través de cartas, correspondencias, declaraciones públicas, a través de las redes sociales y demás medios, de muchos personeros que formaron parte del “grupo Chávez”, y que ahora son llamados “grupitos” en una forma despectiva, señalándolos como entorpecedores del proceso que lleva Maduro.
“Bien se lava el gato después de harto” dice el refrán, sin embargo algunos de los que llaman hombres y mujeres duros del chavismo sienten que están siendo arrinconados hacia la batea, y para ellos “un buen amigo es un gato cuando no araña”, mientras que para aquellos que siguen llorando al comandante fallecido, cuando “el gato está ausente los ratones se divierten”
Uno de los gatos longevo recién destituido de su cargo como ministro de Planificación levantó una polvareda entre las cenizas que quedan en Miraflores de un chavismo en etapa final, e inmediatamente se habló de un reajuste en el gabinete con cambios en distintos ministerios y que para refrescar áreas vitales, donde seguro algunos felinos quedarán por fuera como la tradicional camiseta que usan los cubanos llamada guayabera, y otros más dolidos lanzarán cartas de despido y quedarán para formar parte del llamado libro rojo.
Es posible que con esta acción le estén buscando tres patos al gato y se van a conseguir cuatro.